viernes, 9 de diciembre de 2011

La noche encubierta



La noche encubierta

Sentado y con mi condena colgada en mis ojos, miro a la noche pasar con su largo vestido de luminosas lentejuelas, es tal su escote que mi pensamiento le persigue y le acaricia su espalda desnuda, es una noche desvergonzada que camina con sus tacones de aguja, bordando con su caminar las horas de mi condena, es tan larga la noche y tan larga mi condena que se entrelazan en un romance prohibido, la despojo de sus vestiduras adulteras y la gozó con toda mi pasión escondida en la piel dormida de mi ser. Es mía… pero se escapa de mis brazos y ya a lo lejos sólo escucho el tic tac de sus tacones al atravesar mis oídos, despierto y se que es sólo un sueño y recuerdo las palabras de una amiga ¿Qué se le puede regalar a un poeta? ¡Regálame a la noche encubierta!

Smycke7

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