Temazcal

                        
                                                                 Temazcal
El tiempo se consumía en las brasas del encino, devorando la piel de su destino el fuego se retorcía con el aliento del viento en la boca de su ombligo. En el vientre del temazcal se incendia el silencio de la eternidad con olor a

pirul y el lamento del romero, el espíritu acaricia a la piel que se desviste para ingresar por la puerta del pensamiento. Con la respiración envuelta en la oscuridad la piel se despoja de la inmundicia que las palabras no pudieron…el alma de la piel se escurre con el ardor del encino que prende en lo profundo de su existencia, un escalofrío recorre mi pensamiento… es como el agua helada que me anuncia la llegada de la palabra y me dice… ya puedes pasar el temazcal esta ardiendo.
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Con sentimiento de lluvia

           
                                                        Con sentimiento de lluvia
¿Como enganchar al sentimiento? con una aguja que salga del corazón y con la sangre que de ella se desprenda, como no perder con ello la razón, beberé de esa sangre que salta del sentimiento… me pintare con el roc

ío de mi piel al sentir que mi vida se escapa con un suspiro henchido con el silencio del amor y con ello morir en la eternidad de tu simple mirada. Me abrazare al viento para escuchar tus palabras, esas palabras que sólo se escapan en un sueño dibujado en una sonrisa, le escribiré al amor con mi aliento pausado en tu piel de noche, le escribiré al amor con mis ojos abiertos al amanecer de tu pensamiento. Escucha al viento mi amor que en el va mi vida enamorada.
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Con olor a olvido

                                   
                                                            Con olor a olvido
Abrí el armario que algún día por alguna razón olvide en un rincón de mi vida, vi tantas cosas que me hicieron ver joven y quizás atractivo para mis ojos…era un armario pequeño pues no necesitaba de tantas cosas para ser f

eliz, un ropaje hecho con ilusiones y bordado con una tierna sonrisa de adolescente, el polvo se había apoderado ya del color que tanto me gustaba y que le hacia sentir tan bien a mi corazón, Intente ponérmelo aunque fuera con el pensamiento…pero mis recuerdos rasgaron ese momento y vi un insignificante traje hecho con mal gusto, lo tome entre mis manos para sentir su tejido y lo único que sentí fue un rancio sentimiento parecido al olor del olvido, me sacudí las manos y me arregle mi ropaje existente sin siquiera volver la mirada al armario que había quedado abierto.
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