Tostadas de nata
La mañana en mis ojos se acomodaba, el sol iluminaba a
mis parpados como a las grandes
montañas, el olor a la blanca mañana se confundía con el hervir de la leche que
en el brasero me esperaba, Dania la niña de mis ojos la nata le quitaba y
riendo gritaba ¡la luna es la nata de la leche! Se ha quedado dormida y no se
ha dado cuenta que ya es de día. La blanca sonrisa de mi niña era como el día y
yo la miraba como las sombras al día, mientras la mañana se acomodaba en mis tostadas
de luna y mantequilla. De mis ojos salía la alegría y como no… si ahí estaba mi
niña.
Smycke7
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