Saludos al viento
Mi semblante hizo un gesto de fastidio al escuchar la voz chillona de de mi pequeña vecina, su saludo habitual era casi como mi mueca de fastidio, se notaba que lo hacia con forzada intención, ¿pero entonces por que lo hacia? siempre me hacia la misma pregunta al pasar por su ventana todas las mañanas rumbo hacia mi trabajo, su saludo atravesaba mi mente por algún rato, hasta el punto de corearlo yo mismo, ¡lindo día, lindo día! Tal vez mi mal humor era debido a la separación de mi familia y eso sumado con mi carácter serio me había vuelto creo una especie de ogro ja ja ja, mi vida habitual caminaba con mi tristeza que me seguía desde hacia ya mucho, una tarde al regresar del trabajo note un alboroto cerca de mi casa, algo grave se veía que había sucedido, caminando entre la gente escuchaba que se llevaban a alguien con urgencia al hospital, perturbado llegue a mi apartamento, esa noche pensé mas de lo normal reflexionando mi manera de vivir. Desperté esa mañana, dispuesto a enderezar el rumbo de mi vida y respire muy hondo justo al salir de mi casa, la mente es tan poderosa que ese día sentí el calor del sol bañar mi rostro y mi pensamiento me hizo sonreír, mis pasos eran tan livianos que caminaba y sentía el movimiento de mi alrededor y no mi peso…angustia fue lo que sentí al pasar por la ventana y no escuchar el saludo de mi vecinita, tantas mañanas que me saludo y hoy que esperaba ser gentil al contestarle el saludo ella no estaba, triste y pensativo caminaba volteando la mirada hacia la ventana pero no había nadie, a lo lejos pude distinguir la graciosa silueta de esa linda niña, tomada de la mano de una ancianita se acercaban a mi paso, sonriendo les dije -- -¡lindo día!- la ancianita amablemente me saludo con un leve movimiento de cabeza que me imagine seria como el girar del mundo, -¡hola nena! ¿Como te llamas? – Con el entrecejo de la sabiduría la anciana me miro y dijo -¿a quien le dices eso?-, -ah perdón es su nieta la niña- -¿Cuál niña?- la sangre se me fue hasta el suelo al mirar que tan solo al subir la mirada hacia la pregunta de la señora y al mirar buscando a la niña no había nadie, mis ojos ansiosos buscaban alguna explicación mientras la anciana caminaba con su pausado andar y al llegar frente a la ventana de mi vecina volteo sonriendo mientras su mano señalaba hacia atrás ,pensativo me quede mirando hacia el camino, ¿Qué me estaba pasando? Temeroso regrese para asomarme a la ventana de la niña y no había nadie, no pudiendo contener lo inexplicable me decidí tocar a la puerta y preguntar por esa niña, me encontré con un rostro amable que me veía asombrado –si, dígame que se le ofrece- -lindo di. Quiero decir buenos días señora disculpe mi atrevimiento pero usted tiene una niña que siempre esta a esta hora en la ventana, -a si mi hija Romina, ella siempre esta ahí a esta hora esperando que empiece a alisarle el cabello, explicándole lo sucedido en las mañanas cuando yo pasaba por ahí le pedí me dejara verla un momento,- ella no esta señor ayer se ha puesto enferma y esta hospitalizada.- pero sin embargo usted se ve tan tranquila. – si es la costumbre pues mi niña nació enferma de leucemia y va seguido al hospital, precisamente en un momento iré por ella y si usted gusta la puede ver en la tarde. – No hay problema con su papa- - no su papa nos abandono cuando supo de la enfermedad de Romina. Despidiéndome y prometiendo regresar ya no pude dejar de pensar en lo sucedido, mis pies temblaban esperando que abrieran la puerta y al escuchar el correr del cerrojo mis manos estaban frías. –Hola, pase Romina esta en la sala- mirando a la pequeña niña me quede paralizado y fue la madre quien dijo, saluda hija este señor viene visitarte. – ¡hola Romina! me reconoces soy al que saludas todas las mañanas. -¿y la señora que siempre viene con usted? -¿Cómo?, cual señora nena-. –esa que diario pasa con usted y me saluda.- -pero si yo vivo solo y paso diario solo.- - ¡noo! Usted pasa con una viejita y ella me dice hola linda niña, lindo día…
Extracto del libro de mi vida
Smycke7